Luego de horas de análisis, la jueza de Crimen organizado Rosarito Montanía elevó a juicio oral la causa contra el presunto narcopastor, José Alberto Insfrán, hermano de Miguel Insfrán alias “Tío Rico”, acusado por supuesto lavado de dinero y asociación criminal.

El juzgado rechazó todos los incidentes planteados por la defensa de Insfrán y, además, mantuvo su prisión preventiva en la penitenciaría Martín Mendoza de Emboscada. Así también, se mantienen todas las medidas que pesan sobre bienes que fueron declarados sujetos a eventual comiso, es decir, para asegurar bienes que podrían pasar a manos del Estado.

En la acusación, la fiscalía describe cómo el pastor creó la figura de la asociación religiosa Centro de Avivamiento de Curuguaty, con el objeto de utilizarla como fuente de justificación para simular que las ganancias ilícitas del narcotráfico puestas en circulación, dentro del sistema económico y financiero nacional.

Se relata que el pastor quiso hacer pasar las ganancias como propias de las actividades propias del culto, cuando en verdad tenían su origen en la actividad del tráfico internacional de cocaína realizada por el líder de la organización criminal, como ocurrió en la realidad, en la que, de pagar alquiler mensual por valor de G. 5.000.000, por el inmueble utilizado como sede de su centro, pasó a comprar bienes y realizar construcciones de obras destinadas para su sede de culto por aproximadamente Gs. 17.026.578.471.

Asimismo, el fiscal Deny Yoon Pak señala que José Alberto Insfran Galeano le facilitó a Sebastián Marset Cabrera la posibilidad de utilizar la figura de la empresa Mastian Productions, con el objeto de que Marset pueda realizar una puesta escénica y simular ser un empresario de artes y espectáculos asentado en Paraguay, dedicado a la supuesta organización de eventos y conciertos.