Un avión de American Eagle, subsidiaria de American Airlines, con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo chocó este miércoles con un helicóptero del ejército durante el aterrizaje en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cerca de Washington, lo que provocó una gran operación de búsqueda y rescate en el cercano río Potomac.
Según las autoridades, no se espera que haya sobrevivientes, pero la cifra exacta de víctimas mortales no estaba clara aún. En el avión viajaban 64 personas y a bordo del helicóptero había tres soldados, de acuerdo con un oficial del ejército.
Por el momento no se reportó la causa del choque, pero todos los despegues y aterrizajes desde el aeropuerto quedaron suspendidos mientras equipos de buzos rastreaban el lugar y helicópteros de agencias policiales de toda la región sobrevolaban la zona en una metódica búsqueda de cadáveres
Las imágenes del río mostraban a barcos alrededor del ala parcialmente sumergida y de lo que parecían ser los restos destrozados del fuselaje del avión.
“Vamos a recuperar a nuestros conciudadanos”, dijo la alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, en una sombría conferencia de prensa en el aeropuerto el jueves por la mañana. La regidora se negó a comentar cuántos cuerpos se habían recuperado.
El senador Roger Marshall de Kansas dijo que “Cuando muere una persona es una tragedia, pero cuando mueren muchas, muchas, muchas personas es un dolor insoportable”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que había sido “informado completamente sobre este terrible accidente” y, refiriéndose a los pasajeros, agregó: “Que Dios bendiga sus almas”.
Entre los pasajeros del vuelo había un grupo de patinadores artísticos, sus entrenadores y familiares, que regresaban de un campamento luego del Campeonato Nacional de Patinaje Artístico celebrado en Wichita.
“Estamos devastados por esta tragedia indescriptible y mantenemos a las familias de las víctimas cerca en nuestros corazones”, indicó la federación estadounidense de patinaje artísitico en un comunicado.
LOS DATOS BÁSICOS DE LA INVESTIGACIÓN
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) indicó que el choque en pleno vuelo ocurrió antes de las 9 de la noche, cuando un avión que había despegado de Wichita, Kansas, se estrelló contra un helicóptero militar que realizaba un vuelo de formación, mientras se aproximaba a una pista del aeropuerto. El siniestro se produjo en uno de los espacios aéreos más controlados y vigilados del mundo, a poco más de 4,8 kilómetros (3 millas) al sur de la Casa Blanca y el Capitolio.
Los investigadores intentarán reconstruir los últimos momentos de las aeronaves antes de su colisión, incluido el contacto con los controladores de tráfico aéreo, así como la pérdida de altitud del avión comercial.
El vuelo 5342 de American Airlines se dirigía hacia el Reagan National a una altitud de aproximadamente 121 metros (400 pies) y una velocidad de unos 225 kilómetros por hora (140 millas por hora) cuando sufrió una rápida pérdida de altitud sobre el río Potomac, según datos de su transpondedor de radio. El jet bimotor Bombardier CRJ-701 fue fabricado en Canadá en 2004 y puede configurarse para llevar hasta 70 pasajeros.
Unos minutos antes del aterrizaje, los controladores aéreos preguntaron al vuelo de AA si podía aterrizar en la pista más corta, la 33, del Reagan National, y los pilotos aceptaron. Entonces, los controladores autorizaron el aterrizaje. Según las webs de seguimiento de vuelos, la aeronave ajustó su aproximación a la nueva pista.